domingo, 3 de mayo de 2009

CUIDADO CON LA TRISTEZA



Cuidado con la tristeza


Educar la inteligencia emocional ayuda a que los niños tengan un sano desarrollo

Claudia es una mujer de 43 años, casada con dos hijos: Bruno, de 11, y Emilia, de nueve.
Desde pequeños, ambos niños siempre fueron muy diferentes, no sólo por el sexo, sino también por su comportamiento.
“Mis hijos siempre han sido polos opuestos, Bruno es muy dependiente y Emilia prefiere ir sola por la vida”, cuenta Claudia.
En el momento que ingresaron a la escuela se comenzaron a definir aún más sus características y surgió la competencia entre ellos.
“Bruno siempre ha vivido en un mundo aparte, se aísla y no le importa lo que pase a su alrededor, por lo que sus profesoras me sugirieron que lo llevara con un sicólogo”.
El diagnóstico fue Déficit de Atención, razón por la que tuvo que inscribirlo en un colegio especial para niños con problemas neurológicos; mientras su hermana sacaba las mejores calificaciones en la escuela, él vivía estresado y presionado.
“Entonces me cayó el veinte de que no podía exigirles lo mismo porque sus capacidades son diferentes, no por eso uno es mejor que otro”, dice su madre.
Asunto común
La sicoterapeuta y especialista en trastornos neuromotores, Gabriela Soulé, indica que el caso de Claudia es MAS común de lo que se piensa, “muchos de los padres no sabemos QUE NUESTROS HIJOSque no sólo necesitan una Educación intelectual, sino también se debe tomar en cuenta el lado emocional para evitar este tipo de comparaciones”.
Según los postulados de la inteligencia emocional, es importante trabajar con los sentimientos para conseguir el desarrollo de las capacidades sociales, motivacionales y cognitivas del individuo y tener una vida óptima.
Ya que en la mayoría de las escuelas sólo se trabaja el aspecto intelectual, en la casa es el lugar donde se debe impulsar la emoción.


“Los padres deben saber que el desarrollo de esta inteligencia desde la infancia se reflejará positivamente en la etapa adulta y dará como resultado a personas con mayor autoestima, la habilidad para tener mejores relaciones sociales y con menor probabilidad de tener algún acercamiento a las drogas y el alcohol o trastornos alimenticios en la adolescencia”, dice.


Además, el desarrollo de la inteligencia emocional logra eludir sentimientos de inferioridad, el fracaso escolar, la depresión y la agresividad que generan problemas como el Déficit de Atención.
“La regla de oro de esta educación es tratar a los niños cómo a los padres les gustaría que lo trataran los demás”, recalca la especialista.


Soulé sugiere arrancar con cautela en esta tarea, sin olvidar que las emociones de los niños van más allá de un simple estado de ánimo, pues son mensajes que transmiten sus pensamientos. Por ejemplo, si el niño está triste, se debe observar para detectar qué causó su estado de ánimo o cómo reacciona ante la tristeza.
También hay que estar atentos a las habilidades que emplea para superarla, la idea es recordarle repetir este modelo exitoso para que pueda dominar sus emociones extremas.
Formación sensitiva
La especialista también destaca que es fundamental resaltar los aspectos positivos de los niños por encima de los negativos, para enseñarlos a aprender a ser lo mejores posible y no a acertar en la conducta idónea por casualidad.
Sugiere seguir los siguientes lineamientos para lograr educar la inteligencia emocional de los niños:
Evaluación personal: es decir, determinar los puntos débiles y fuertes del pequeño para ir conociendo su perfil sentimental.
Estimulación: en tanto una persona se encuentra más motivada, realizará mejor sus actividades y conseguirá sentirse bien consigo mismo. Destacar los puntos fuertes antes que los errores.
Qué se busca: preguntarle al niño por las metas que tiene en mente y juntos desarrollar un plan para conseguirlas, tomando en cuenta sus ventajas.
Reforzar los tropiezos: como en el aprendizaje intelectual, al empezar con las vocales se pueden olvidar porque aún no se está familiarizado con ellas, lo mismo sucede con las conductas emocionales efectivas.
Así, es importante estar preparado para tropiezos emocionales y seguir en la línea de destacar sus ventajas para enfrentar la situación.


MG. ORLANDO SALINAS LÓPEZ