sábado, 3 de abril de 2010

EL CANDIDATO QUE NECESITAMOS

EL MG. SALINAS OPINA:

Hay que aportar en el debate y hacer hasta lo imposible por tener candidatos decentes en las próximas elecciones. Ya estamos cansados de acudir a las urnas tapándonos la nariz a la hora de abrir la cédula de votación, porque al interior encontramos putrefacción pura. He considerado algunas características que seguro a algunos les parecerán superficiales y poco serias. Pero perdón mi querido Watson, quién dijo que la política es seria. Que levante la mano, a ver.

Además, no me dejarán mentir, de las cosas banales es de donde surge la verdadera personalidad de los políticos, expertos en ocultar sus defectos y cochinadas para presentarse como santas palomitas ante los electores. Y como es lógico, no se puede establecer un solo perfil de candidato, es decir de manera generalizada.


Con eso de la equidad de género hay que dividirlos en hombres y mujeres, varoncitos y damitas, pero cuando me eché a realizar esa clasificación, reparé en que no somos sólo hombres y mujeres, ahora hay una fuerza emergente surgida de la indefinición sexual, así que es necesario agregar la clasificación gay.


En esta primera parte, empezaré con el perfil del candidato hombre.
- Que sea mayor de 50 años. Ya que los menores de 40 andan más preocupados en sus aficiones pipilecticas que a servir a la ciudad. Enloquecen con las mises o modelitos y necesitan dinero para complacerlas. Claro, ese dinero no sale de su sueldo, sino de nuestros tributos e impuestos.
Además un hombre que ya superó los 50 es más confiable. Tiene su vida resuelta y puede dedicarse a trabajar por su ciudad, siempre cabe la duda; pero ni modo, hay que confiar en alguien. Eso sí, un cincuentón que si es calvo, no se ponga peluca y si tiene canas, que las luzca orgulloso. No se las tiña. Los teñidos no son confiables, es evidente que quieren ocultar algo. La honestidad no es su fuerte. - Que al menos haya terminado una carrera profesional universitaria.
- Que no sea Doctor “bamba” .
- Que no sea uno de esos emprendedores que están de moda, es decir comerciante sin estudios universitarios que hizo crecer su negocio trabajando “25 horas” al día. Esos sólo sirven para los negocios, no para administrar una región o ciudad. Primero que se instruyan y se dediquen a formar más emprendedores.


El Perú los necesita. De nada nos sirve perder un emprendedor para ganar un político.
- Tampoco que sea empresario de éxito, tipo gerente con doctorado en Marketing y Administración de Negocios. En principio, su gestión será un seguro fracaso. Se frustrará al comprobar que la administración pública es una buena mierda y no funciona como su empresa privada. Querrá renunciar el 2 de enero.


- Que en su plan de gobierno no prometa construir un teleférico a Rataquenua o a Pastoruri ni techar la ciudad para evitar que los rayos ultravioleta nos sigan cocinando.
- Con esto de los sismos y tsunamis, tiene que tener muy en claro cuál será su política de prevención de desastres. Y en el caso de Huaraz incluir un plan específico sobre aluvión y plan de contingencia antesm, durante y después.
- Que su primera promesa sea no repetir el plato. No a la reelección.
- Que no haya estudiado en un costoso colegio particular y de renombre. Ya sabemos los daños irreparables que provocan esos costosos centros de formación escolar. Un ejemplo: la segunda vicepresidenta del Perú.
- Que no sea periodista. Todo periodista que se interesa en participar activamente en la política, es porque quiere salir de misio. Más aún si trabaja en radio o televisión. No le crea su paporreta de que quiere servir a su pueblo, que detrás del micrófono luchó por la justicia y contra la corrupción. Wiflas, es el primer corrupto, coimero, ladrón y un largo etcétera.
- Que no sea nacionalista, porque “el nacionalismo es como un pedo: sólo le gusta al que se lo tira”. Es una frase de Josep Pla, recogida del libro “Humaladas” del periodista Pedro Salinas. Todo nacionalista miente (al menos el que tenemos a la vista en el país). En el fondo no aman al Perú. Lo que quieren es imponer la patada firme a todo aquel que piense de manera distinta a ellos. El candidato nacionalista debe confesarse humalista, nacional-populista u onanista si quiere, pero que no venga con esa tontería del nacionalismo.
- Que no tenga denuncia judicial en marcha por delitos como violencia familiar, juicio de alimentos, paternidad, robo, estafa, apropiación ilícita, entre otros. De preferencia que jamás haya tenido problemas con la justicia.
- Que no cargue el anda del Señor de la Soledad ni tenga complejo de cura.
- Que no sea militar ni policía en situación de retiro. Ya sabemos que ellos sólo saben hablar de fútbol y de putas. Además, ya prestaron su servicio a la nación, es hora que descansen y críen a sus nietos.
- Si es militante de algún partido político, debemos estar atentos a que no haya salido como candidato tras unas elecciones internas fraguadas, amañadas y sucias.
- Si es de un Movimiento Político Independiente, que no se crea el Mesías, el Caudillo, Cacique o dueño del circo.
- Si es casado, que su mujer, cuñadas, cuñados, suegros, hijos, hijas y demás parientes cercanos, prometan -con presencia de Notario Público- no asomar su nariz en la gestión del candidato, en caso salga elegido. La población no elige ni vota por los familiares. Es el titular de la candidatura el único que debe tomar decisiones y administrar los fondos públicos.
- Si es soltero, mayor de 50 (y con bigote), que confiese su opción sexual. En caso sea homosexual o bisexual, lo diga públicamente, aunque le baya a costar la elección. Si lo oculta y sale elegido, nos jodimos. Su despacho será convertido inmediatamente en la “jaula de las locas”. Se rodeará de choferes y guardaespaldas jóvenes. Nos saldrá más caro, porque un maricón siempre gasta más que un mujeriego.
- Si es viudo o divorciado, que se comprometa a no poner a la hija o a la hermana de presidenta del Comité de Damas, con cargo a ser sacado en burro, si lo hace.



MG. ORLANDO SALINAS LOPEZ