domingo, 19 de septiembre de 2010


Principios para enseñar matemáticas a los niños


En la etapa de Educación Inicial, los niños deben empezar a desarrollar capacidades que los preparen para resolver las dificultades y problemas que tengan en el futuro. El profesor, a través de la enseñanza de las matemáticas, les proporcionará aquellas situaciones y recursos que les ayuden a construir sus esquemas mentales, los cuales a su vez, servirán para entender el mundo e interactuar con él.

La introducción a las relaciones lógico-matemáticas también cumple una función de base para la enseñanza de nociones de número y posteriormente de la aritmética en Educación Básica. Las habilidades iniciales con las que se empieza a trabajar con los pequeños son tres: La clasificación, la seriación y el conteo.

La clasificación es la agrupación de elementos de acuerdo a sus semejanzas, es decir, de los atributos que los caracterizan. En la seriación se guía al niño para que ordene de manera creciente o decreciente los elementos. Y en el conteo no sólo es importante que el niño aprenda a contar hasta 10 ó 20, sino que llegue a comprender la relación de cada uno con las cantidades que representan.

En todo caso, es recomendable seguir algunos principios metodológicos para la enseñanza de las matemáticas cuando un pequeño ingresa a Kinder, entre los cuales tenemos:

-Al trabajar las propiedades de los objetos se debe ver una cada vez

-Todas las nociones deben enseñarse con un referente concreto

-Se deben emplear palabras que estén en el vocabulario del niño

-Utilizar el error del niño siempre de manera constructiva

-Los conceptos no se construyen automáticamente, es necesario retomarlos

-Tener en cuenta la capacidad y disponibilidad receptiva del niño

-Lo importante no son los resultados, sino los procesos

-Las tareas deben diseñarse con orden y claridad

-Basar el desarrollo de las actividades en el método: motivación, observación, experimentación, asociación, expresión, aplicación y evaluación del resultado

Como elemento indispensable de las aplicaciones metodológicas anteriores está el juego. A través de él se estimula la competencia, la participación y se desarrollan las necesidades básicas para la evolución del pensamiento lógico-matemático.
En cuanto a los maestros, el establecimiento de rutinas y tareas en el aula y el planteamiento de problemas para que los niños les den una solución, son también recursos muy valiosos de enseñanza.
El estilo de educación del profesor pondrá el toque final. El dominio del tema; adaptándolo a su grupo de niños y siendo protagonista - además de guía - motivará aun más a los pequeños, que con alegría y como jugando internalizarán y aprenderán fácilmente su lección. La letra con cariño entra; y el número también.



MG ORLANDO SALINAS LÓPEZ